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Aunque en las partes previas hemos intentado darte una guía simple y detallada de por dónde comenzar, aquí hay algunos consejos rápidos y básicos que puedes tener en cuenta también:

  • Ten claridad sobre lo que estás tratando de lograr: el propósito de tu tabla definirá su diseño
  • Solo incluye lo que de verdad es importante: todo debe aportar algo al objetivo de tu dashboard
  • Utiliza el tamaño y la posición para mostrar la jerarquía entre los objetos: deja claro al usuario qué es lo más importante
  • Contextualiza tus números: ayuda a los usuarios a saber si el dato es bueno o malo
  • Agrupa las métricas relacionadas: haz que sean fáciles de encontrar
  • Se coherente: el uso de los diseños parecidos facilita la comparación
  • Usa etiquetas claras que tus empleados entenderán: manténlas cortas y que se expliquen por sí mismas
  • Redondea los números: demasiados detalles pueden hacer que los cambios menores parezcan importantes
  • Sigue mejorando tus paneles: comprueba que fomenten el comportamiento correcto

 

Representación de datos

 

La representación de datos es una tarea compleja y puede ser bastante desafiante. Elegir el tipo de gráfico incorrecto puede llevar a confusión de los usuarios o conducir a una mala interpretación de los datos. Así que aquí están los más utilizados, y algunos consejos para tener una idea general:

  • Los gráficos de dispersión se utilizan principalmente para el análisis de correlación y distribución. El gráfico de burbujas ayuda a introducir la tercera dimensión en el gráfico.
  • Un diagrama de red es útil cuando incluso la conexión más pequeña entre puntos de datos es muy importante.
  • Los gráficos circulares y donuts tienen mala reputación para la visualización de datos. Estos se encuentran entre los más utilizados y también los que generan mayor posibilidad de error. Son bastante difíciles de leer cuando hay demasiados componentes o los valores son muy similares.
  • Los cuadros de distribución te ayudan a ilustrar valores atípicos, la tendencia normal y el rango de información.
  • NO USAR: los indicadores y los semáforos fueron una gran tendencia en los dashboards en el pasado, pero han llegado a su fin. Los gráficos 3D y demasiado estilizados (como los que tienen demasiados iconos, etc.) tienen una legibilidad más baja, distraen al espectador de los datos y son aún más difíciles de desarrollar, por lo que hay pocas razones para usarlos.

 

Echa un vistazo a tus informes internos, probablemente obtendrás algo de inspiración allí, y si no, aquí hay algunas preguntas para ayudarte:

  • ¿Cuántas variables quieres mostrar en un solo gráfico?
  • ¿Quieres mostrar la diferencia de valores durante entre varios puntos en el tiempo, entre elementos o grupos?
  • ¿Cuántos puntos de datos se necesitan mostrar para cada variable?

 

La consistencia de datos

Esto incluye los nombres, los formatos, los valores y el diseño. Ya que el objetivo principal del tablero es transmitir el mensaje de un vistazo, nada es peor que una posible distracción. Si los datos se nombran de la misma manera y tienen la misma representación visual en cada herramienta, será más fácil para ti y para cualquier otro usuario verlos con claridad y evaluar.

 

Prioridades y racionalización

Haz un pequeño esfuerzo y crea una estructura básica o un esqueleto para tu diseño que te ayudará a ver la correlación, la jerarquía y un “sistema” general entre los elementos. Eso es crucial para el diseño del tablero, ya que está destinado a organizar una tonelada de información de manera transparente.

 

– La esquina superior izquierda de la pantalla, naturalmente, obtendrá más atención, la información clave debe colocarse de izquierda hacia derecha. Además, los lectores tienden a pasar de la primera fila abajo hacia la siguiente. Si hay dependencias entre las partes del tablero, crea un flujo continuo para que los usuarios no necesiten ir en la dirección contraria.

El sistema de bloques (o ficheros) te ayuda a agrupar elementos y separar unos grupos de otros. Los ficheros son fáciles de organizar, casi infinitamente manipulables y se pueden ampliar o reducir fácilmente. Es crucial mantener coherente el diseño de los controles y los datos dentro de cada una de las fichas (nombre en la esquina superior izquierda, alinear los controles o acciones de vista en la esquina superior derecha de la tarjeta, el resto de espacio se usará para el contenido).

Aumenta tus márgenes. El espacio en blanco, también conocido como espacio negativo, es el área entre elementos en una composición de diseño y es tan importante como cualquier otro elemento de tipografía. Mantén suficiente “aire” entre los bloques del diseño.

No confíes en las interacciones con los bloques de información. “Leer más”, varias pestañas, tableros de scroll largo: todo esto hace más probable que solo se descubra la parte superficial de la información. Un otro error común es tratar de encajar todo en la pantalla principal, lo que conduce a abrumar al usuario. La solución es la priorización. Identifica la información central, resume, sintetiza y muestra solo información clave.

 

Personalización Vs customización

Los usuarios esperan que el contenido que vean sea relevante para sus necesidades individuales.

La personalización se realiza por el propio sistema. El sistema debe configurarse para identificar a los usuarios y entregarles el contenido, la experiencia o la funcionalidad que coincida con su función.

La customización la realiza el usuario. Darle más poder para personalizar el tablero es una buena iniciativa, siempre y cuando la vista ya esté personalizada. Pero a menudo es una excusa para evitar un proceso tedioso de descubrir lo que cada usuario depende de su rol realmente necesita ver. Y al final, el usuario poco experenciado queda solo y no atendido.

 

Bueno, esto parece ser más o menos eso.

Y no olvides: por muy emocionante que parezca, el DISEÑO es lo último que debe hacer, después de haber identificado correctamente todos tus objetivos e indicadores clave de rendimiento.

 

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