Actualmente, ya no basta con publicar un puñado de artículos o actualizar un blog de forma esporádica. El motor de búsqueda de Google y otros buscadores premian, cada vez más, la relevancia y la optimización contextual del contenido. Por esta razón, una buena investigación de palabras clave puede posicionar nuestras páginas en los primeros resultados. Como señala Neil Patel en varios de sus estudios, el SEO hoy se enfoca en la comprensión semántica y en la satisfacción de la intención de búsqueda del usuario, lo que convierte a la selección de keywords en una tarea aún más estratégica.
Pero no debemos pensar en capturar la atención de los directivos o responsables de área, sino de todos los perfiles que influyen, de un modo u otro, en la decisión de compra. En muchas organizaciones, el proceso de adquisición involucra, además de los altos mandos, al personal técnico, a consultores externos, al equipo financiero y hasta al departamento legal. Cada uno de estos actores puede realizar búsquedas distintas. Por ello, la investigación de palabras clave debe contemplar un panorama amplio de necesidades, retos y términos clave que correspondan a cada una de las funciones y fases de la compra.
A lo largo de este artículo, veremos en detalle cómo llevar a cabo una investigación de palabras clave enfocada en encontrar las mejores oportunidades para tu negocio B2B. Partiremos de los elementos básicos, describiremos herramientas útiles y profundizaremos en el análisis de la competencia. Además, proporcionaremos ideas para priorizar las keywords de mayor potencial y reflexionaremos sobre cómo integrarlas en la estrategia de contenidos y optimización. Nuestro objetivo es que, al terminar de leer estas líneas, cuentes con una hoja de ruta clara para identificar esos términos que realmente traerán visibilidad, tráfico cualificado y, en última instancia, oportunidades de venta mejor definidas.
¿Cómo hacer una investigación de palabras clave?
El primer paso para emprender una investigación de palabras clave exitosa es definir qué esperamos conseguir con nuestra estrategia de posicionamiento. Por ejemplo, ¿buscamos captar leads para un servicio de consultoría avanzada? ¿Queremos educar al mercado sobre un nuevo producto B2B de nicho? ¿O planeamos lanzar una campaña publicitaria de alto alcance? Philip Kotler, en Marketing Management, subraya la importancia de alinear los objetivos de marketing con la identidad y el plan de negocios de la empresa, y la elección de keywords forma parte crucial de este alineamiento. Si no tenemos claro qué queremos lograr, difícilmente podremos seleccionar las palabras clave apropiadas.
Para aclarar estos objetivos, conviene conversar con los equipos de ventas, servicio al cliente y gerencia, de tal manera que obtengamos una perspectiva transversal de lo que la empresa necesita en cada etapa. En particular, el equipo de ventas suele tener información muy valiosa, ya que está en contacto directo con los prospectos y conoce las preguntas o inquietudes más frecuentes. Con esta retroalimentación, podemos inferir cuáles son los temas que más interesan a nuestro público objetivo y, por ende, cuáles podrían ser las búsquedas que realizan en Google para resolver sus dudas.
También es útil realizar un inventario de contenidos existentes y analizar qué palabras clave se han estado trabajando hasta el momento. Tal vez descubramos que hay términos muy competidos y poco rentables, o que hemos pasado por alto algunas oportunidades de keywords de menor competencia pero alto potencial. Neil Patel, en su blog, recomienda partir de la experiencia previa y de los recursos que ya tengamos, antes de lanzarnos a buscar de cero. Así, evitamos duplicar esfuerzos y podemos reciclar parte del contenido si es adecuado para posicionarlo con nuevas palabras clave.
Brainstorming y categorización de ideas
Una vez que tenemos nuestros objetivos claros, generamos un listado preliminar de posibles palabras clave. Para ello, el brainstorming es una técnica muy efectiva. Reunamos a varias personas del equipo que tengan contacto con clientes, y pidámosles que anoten todas las preguntas, expresiones o términos técnicos que suelen aparecer en las conversaciones con leads. En esta etapa, no es necesario ser selectivo, sino más bien exhaustivo: cuantas más ideas tengamos, mejor será el punto de partida. Las plataformas de soporte al cliente o herramientas CRM también pueden servir para extraer dudas recurrentes.
Con el listado inicial, pasamos a categorizar las palabras clave con base en su posible intención de búsqueda: informativa, de comparación, de transacción, de soporte, etc. La relevancia de la “search intent” o intención del usuario nos ayuda a diseñar contenidos que realmente respondan a las necesidades de quien busca. Por ejemplo, si descubrimos que las personas quieren “saber cómo se implementa una solución ERP en la industria alimentaria”, la intención es aprender o informarse, por lo que podemos crear guías o artículos especializados. En cambio, si notamos que alguien busca “comprar software ERP para la industria alimentaria”, la intención es de transacción, y podríamos dirigirlos a una página de ventas con especificaciones y planes de precios.
Agrupar las palabras clave según su categoría nos permitirá, a futuro, priorizar estrategias de contenido. Además, esta clasificación es especialmente útil en entornos B2B, donde el embudo de conversión es más complejo. De este modo, podremos diseñar materiales específicos para quienes están explorando soluciones, otros para quienes ya comparan proveedores y, finalmente, contenidos orientados a la transacción o incluso al soporte posventa. La versatilidad en la creación de contenido, alineada a las palabras clave y a la intención de búsqueda, suele garantizar el éxito de la estrategia.
Priorización inicial y validación básica
Después del brainstorming y la categorización, tendremos un listado posiblemente muy amplio de palabras o frases. Llega el momento de hacer una primera priorización. Para ello, conviene plantearnos dos preguntas clave: ¿qué volumen de búsqueda tienen estas palabras y qué competencia existe para posicionarlas? Obviamente, la combinación “alto volumen de búsqueda y baja competencia” es la más deseada, pero no siempre es realista, sobre todo en sectores muy competidos. Sin embargo, la información de volumen y competencia nos sirve para separar lo más relevante de lo accesorio.
Existen herramientas gratuitas y de pago para verificar si los términos que hemos listado tienen un tráfico potencial decente. También podemos aproximarnos a los datos a través de Google Trends, que indica la evolución del interés a lo largo del tiempo. Si notamos que algunas palabras clave muestran una tendencia al alza, tal vez sea buena idea apostar por ellas aunque su volumen no sea todavía muy alto, ya que podríamos adelantarnos a la competencia cuando la demanda crezca. Por el contrario, si una palabra clave tenía mucho volumen de búsqueda en el pasado, pero ha ido decayendo, probablemente no valga la pena invertir esfuerzos en posicionarla a mediano o largo plazo.
Una vez hecha esta validación básica, habremos reducido la lista a un grupo de términos con potencial y coherencia con nuestra estrategia. Aún queda por realizar un análisis más detallado, pero esta etapa inicial es fundamental para no dispersar recursos y poder concentrarnos en aquellas palabras clave que realmente tengan un impacto en nuestros objetivos de marketing y ventas. En la siguiente sección, exploraremos cómo profundizar con herramientas que facilitan el proceso y aportan métricas más precisas para afinar la selección.
Herramientas para encontrar las mejores keywords
Google Keyword Planner y Google Trends
Cuando se habla de investigación de palabras clave, resulta casi inevitable empezar mencionando Google Keyword Planner. Esta herramienta, incluida dentro de Google Ads, ofrece datos confiables sobre los volúmenes de búsqueda mensuales y la competencia estimada para cada término. Además, permite descubrir palabras relacionadas que podrían ajustarse bien a nuestra estrategia. Si bien está enfocada en la planificación de campañas publicitarias, su utilidad para el SEO y la generación de contenido es innegable. Nos permite filtrar por ubicación geográfica e idioma, lo cual es clave si nuestro negocio se dirige a un mercado B2B específico de un país o región.
Por su parte, Google Trends ofrece un panorama más amplio de cómo evoluciona el interés por determinadas palabras clave a lo largo del tiempo y en diferentes regiones. Aunque no brinda cifras exactas de volumen, sí nos deja comparar varias keywords en forma de tendencias y picos de popularidad, algo valioso para anticipar eventos, temporadas o cambios de moda en el sector. Imaginemos, por ejemplo, que gestionamos una empresa de soluciones en la nube y notamos que la búsqueda “herramientas de trabajo remoto” disparó su interés en fechas cercanas a momentos de contingencia global. Con esa información, podríamos diseñar contenido oportuno para capturar esa demanda emergente.
Además de usarlas por separado, podemos combinar Google Keyword Planner y Google Trends para una visión más completa. Primero, hacemos un mapeo de las palabras con volumen interesante (según Keyword Planner), y luego, comprobamos en Trends si alguna de ellas tiene una proyección ascendente o descendente. Si nos interesa apostar por keywords emergentes, la segunda herramienta puede darnos pistas sobre oportunidades que aún no estén saturadas. Aunque son soluciones gratuitas y muy usadas, siguen siendo la base para un análisis inicial sólido.
Herramientas de SEO especializadas
Más allá de las soluciones oficiales de Google, existen herramientas desarrolladas específicamente para el SEO y la investigación de palabras clave, como SEMrush, Ahrefs o Moz Keyword Explorer. Estas plataformas ofrecen métricas más detalladas, como la dificultad de posicionamiento (keyword difficulty), el costo por clic (CPC) estimado en campañas publicitarias y el número de backlinks que apuntan a las páginas mejor posicionadas, entre otros datos. Con ellas, podemos profundizar en la comprensión de la competitividad de cada palabra clave y, así, refinar aún más la estrategia.
Un aspecto interesante de estas herramientas es que muchas permiten visualizar qué páginas están posicionadas en los primeros lugares para una keyword específica. De este modo, podemos analizar la calidad de los contenidos de la competencia, observar qué dominios tienen más relevancia y estudiar la estructura de sus páginas. Además, algunas ofrecen funciones de “Keyword Gap”, que nos ayudan a detectar keywords que la competencia está utilizando con éxito y que nosotros aún no hemos contemplado. Esta comparación directa puede ser muy útil para descubrir oportunidades de crecimiento o de diferenciación.
Por supuesto, cada una de estas plataformas tiene un costo que varía según las funcionalidades y la profundidad de los datos que ofrecen. Para proyectos B2B de cierto tamaño o con aspiraciones de crecimiento notable, la inversión en una herramienta de SEO especializada puede dar un retorno elevado en forma de posicionamiento y generación de leads calificados. Autores como Rand Fishkin, fundador de Moz y creador de Sparktoro, han insistido en la importancia de contar con análisis de alta precisión para competir en mercados saturados, donde cada detalle cuenta para distinguirse en los resultados de búsqueda.
Extensiones y complementos para el análisis rápido
Existen, además, extensiones y complementos para navegadores como Chrome o Firefox, que facilitan una “radiografía” rápida del SEO al visitar sitios web o páginas de resultados. Algunas de ellas ofrecen datos básicos como el volumen de búsqueda mensual, la dificultad estimada, la cantidad de backlinks y la posición promedio en la SERP (Search Engine Results Page). Un ejemplo es la extensión Keyword Surfer, que de forma gratuita brinda estimaciones de volumen de búsqueda cada vez que hacemos una consulta en Google. Otra popular es SEOquake, que entrega métricas acerca de la autoridad de dominio o la densidad de palabras clave.
Estos complementos resultan muy prácticos cuando queremos obtener información inmediata sin tener que iniciar sesión en una herramienta SEO más robusta. Aunque sus datos no sean tan exhaustivos, sí ayudan a generar ideas sobre la marcha o a verificar de forma rápida si una palabra clave tiene potencial. Por ejemplo, si estamos navegando en el blog de un competidor y vemos que su artículo está posicionado para ciertas palabras con un volumen considerable, podríamos tomar nota e incluirlas en nuestra lista de investigación posterior.
Lo importante es entender que estas extensiones y complementos suelen apoyarse en fuentes y algoritmos propios, por lo que sus cifras pueden variar respecto a las de otras herramientas. No es raro encontrar diferencias en la estimación de volúmenes de búsqueda entre Keyword Planner y Keyword Surfer, por ejemplo. Por eso, conviene usarlas como indicativos o puntos de partida, nunca como la única referencia absoluta para tomar decisiones.
Cómo analizar la competencia y elegir keywords
En la investigación de palabras clave, la competencia siempre es un factor relevante. Incluso si creemos haber encontrado un conjunto de términos ideales, debemos comprobar qué tan saturados están y quiénes los lideran en las primeras posiciones. Un método simple, pero eficaz, es realizar búsquedas directas en Google y revisar los resultados de la primera página. Así identificamos qué empresas se han posicionado ya y analizamos los títulos, descripciones e incluso la calidad de su contenido. El objetivo es discernir qué proponen ellos y cómo podríamos diferenciarnos o mejorar la oferta de información.
Asimismo, conviene prestar atención a los “players” más consolidados en el mercado, ya que sus recursos y autoridad de dominio podrían convertirlos en competidores difíciles de desplazar en ciertos términos. En marketing B2B, es habitual que empresas grandes o muy reconocidas ocupen los primeros lugares para keywords genéricas, pero quizás no hayan explorado las long-tail keywords o términos muy especializados en los que nosotros podríamos brillar. Esta es la lógica que sugiere Brian Dean al hablar del “Skyscraper Technique”: encontrar brechas y oportunidades de contenido más específico o con un enfoque inusual, que añada más valor que el existente.
Por otra parte, si en la industria hay blogs o portales especializados con una fuerte comunidad, conviene analizar sus temáticas más populares y los comentarios de los usuarios, ya que esto revela qué asuntos generan más interés y qué palabras clave, aun sin un alto volumen de búsqueda, podrían suscitar una gran interacción dentro de un nicho. Recordemos que en B2B no siempre se trata de llegar a las masas, sino de impactar en un público específico, pero con alto poder de decisión y capacidad de compra.
Evaluación de la dificultad y el retorno potencial
Después de observar a la competencia y comprender cómo está el panorama, corresponde sopesar la dificultad de posicionar cada keyword frente al retorno que podría ofrecernos. Para ello, las métricas de “keyword difficulty” que proporcionan herramientas como SEMrush, Ahrefs o Moz resultan de gran ayuda. Estas métricas, expresadas generalmente en una escala de 1 a 100, indican cuán complejo puede ser rankear en la primera página para una determinada palabra clave. Cuanto más cercano a 100, más competida está la keyword.
Al mismo tiempo, el retorno potencial (o “keyword value”) se estima considerando el nivel de interés del público objetivo, la posibilidad de que un visitante se convierta en lead y el ingreso promedio que podríamos obtener. En un entorno B2B, el ticket de venta suele ser mayor que en B2C, por lo que incluso un volumen de búsqueda relativamente bajo puede ser atractivo si la intención de compra es fuerte. Por ejemplo, si al mes solo hay 500 búsquedas de “software de gestión de inventarios para laboratorios farmacéuticos”, pero el costo de ese software es de varios miles de euros y se puede cerrar al menos un contrato al año, tal vez valga la pena intentar posicionarnos, pues un solo cliente representaría un ROI significativo.
Este análisis de dificultad y retorno es fundamental para priorizar, ya que rara vez disponemos de recursos ilimitados. Lo lógico es empezar por las keywords con una dificultad moderada y un potencial de conversión elevado, las llamadas “frutas al alcance de la mano”. Con el tiempo, cuando vayamos consiguiendo una buena autoridad de dominio y un portafolio robusto de contenidos, podremos aspirar a términos más genéricos o competidos, en los que se necesita un historial SEO más maduro para tener oportunidades reales de rankear en las primeras posiciones.
Selección final y diseño de la estrategia de contenido
Una vez realizada la priorización, el análisis de la competencia y la evaluación de dificultad, llega el momento de decidir qué palabras clave realmente vamos a trabajar. Aquí conviene separar la lista definitiva en grupos: por ejemplo, un conjunto de keywords que impulsaremos a corto plazo mediante contenido nuevo, otro para fortalecer contenido existente con actualizaciones o mejoras, y un tercero para acciones futuras, cuando contemos con más recursos o la autoridad de dominio haya crecido. Mantener esta organización nos permitirá ejecutar la estrategia de forma ordenada y medible.
La siguiente fase es el diseño de la estrategia de contenido. Cada palabra clave prioritaria debe tener un plan concreto que indique qué formato usaremos (artículo, video, white paper, landing page, etc.), cuál será la intención de búsqueda que pretendemos cubrir y qué mensajes clave deseamos transmitir. Una buena práctica es crear calendarios editoriales donde cada pieza de contenido esté asociada a sus respectivas keywords, para así asegurar la coherencia general. También debemos detallar las pautas de SEO on-page, como el uso de la keyword en el título, subtítulos, meta descripción y densidad en el texto, sin caer en la saturación (keyword stuffing).
Finalmente, En B2B, difundir el contenido en redes profesionales como LinkedIn, o compartirlo con partners y clientes existentes, puede dar un empujón inicial al posicionamiento y, sobre todo, generar enlaces de calidad que refuercen el SEO. También podemos coordinar publicaciones invitadas en blogs o medios del sector, y al mismo tiempo, aprovechar las campañas de email marketing para dar a conocer los artículos o recursos producidos. Todo esto, sumado a la investigación de palabras clave sólida que hemos realizado, contribuirá a que el contenido sea relevante, visible y finalmente se traduzca en leads cualificados.
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La relevancia de la “search intent” o intención del usuario nos ayuda a diseñar contenidos que realmente respondan a las necesidades de quien busca.
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Conclusiones
La investigación de palabras clave es un proceso esencial para cualquier estrategia de marketing digital, pero adquiere una relevancia aún mayor en el ámbito B2B, donde los ciclos de compra son largos y los actores involucrados en la toma de decisiones tienen perfiles técnicos y empresariales diversos. A lo largo de este artículo, hemos explorado cómo establecer objetivos claros, recopilar ideas mediante brainstorming y categorizar palabras clave en función de la intención de búsqueda del usuario. La coherencia entre estas intenciones y nuestras metas corporativas resulta determinante para aprovechar al máximo las oportunidades que brindan los buscadores.
Sin embargo, conviene recalcar que el trabajo no termina una vez que definimos la lista de palabras clave. Es esencial mantener un ciclo de retroalimentación: analizar el rendimiento de las keywords elegidas, actualizar el contenido de forma regular y reaccionar a los cambios en la demanda o en la oferta del mercado. El SEO es dinámico, y lo que hoy funciona podría requerir ajustes mañana. Por ello, la investigación de palabras clave debe entenderse como un proceso continuo de mejora, vinculado al crecimiento de la empresa y al desarrollo de nuevas soluciones o productos.
En definitiva, la investigación de palabras clave es fundamental para captar la atención de un público profesional cada vez más exigente y para posicionar nuestras soluciones en un mercado saturado de información. Al alinear los objetivos de negocio con las necesidades reales de los usuarios, y al aprovechar de forma inteligente las herramientas y técnicas disponibles, podemos trazar una ruta efectiva para atraer tráfico de calidad, ganar visibilidad en los motores de búsqueda y, sobre todo, generar oportunidades de negocio sólidas y sostenibles en el ámbito B2B.