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Cómo diseñar CTAs que conviertan en tus campañas de email

Cómo diseñar CTAs que conviertan en tus campañas de email

Índice de contenidos

Al abrir un correo buscamos una oportunidad única de captar la atención de quien está al otro lado de la pantalla, y lograr que ese alguien haga más que mirar requiere un ingrediente esencial: un CTA (call to action) dentro del email marketing. Ese pequeño, pero poderoso botón o enlace es el puente entre tu mensaje y la acción que deseas que tu lector realice.

¿Te ha pasado que abres un correo, ves un botón genérico como “Hacer clic aquí” y lo ignoras? Probablemente, el mensaje no te convenció o el diseño no captó tu atención. Y es que un CTA debe ser visible, claro, persuasivo y relevante. De hecho, según un estudio de WordStream, los CTAs optimizados pueden aumentar las tasas de conversión hasta en un 12%.

Hace poco, en una campaña para una empresa de tecnología, nos encontramos con este problema. Rediseñamos sus CTAs siguiendo un enfoque que combinaba diseño visual, mensajes claros y un toque de urgencia. Los resultados no se hicieron esperar: las tasas de clics se dispararon un 40%, con lo que queda más que demostrado que los CTAs son la conexión directa entre tus palabras y las acciones de tu audiencia.

En este artículo te mostraremos cómo diseñar CTAs que realmente conviertan en tus campañas de email y te invitamos a explorar el arte y la ciencia detrás de estos pequeños pero poderosos elementos

 

Diseñar CTAs eficaces 

 

La tarea de diseñar CTAs efectivos en campañas de email marketing requiere ir más allá de lo superficial. No basta con un botón atractivo; detrás de cada clic hay decisiones estratégicas basadas en psicología del consumidor, diseño visual y una comprensión profunda del público objetivo. Este epígrafe explora cómo diseñar CTAs que atraigan y que conviertan.

 

1. La claridad como prioridad número uno

 

Un CTA debe decirle al usuario exactamente qué acción tomar y qué beneficio obtendrá al hacerlo. Si la propuesta no es clara, las conversiones se reducen drásticamente. Pensemos en cómo los usuarios escanean un correo electrónico: en promedio, dedican apenas unos segundos a decidir si el contenido merece su atención. Durante ese breve lapso, el CTA debe ser inequívoco.

Por ejemplo, un correo que promocione un informe técnico podría incluir un CTA como “Descarga el informe completo sobre tendencias 2024”. Este mensaje es específico, directo y comunica el beneficio. Por el contrario, algo genérico como “Hacer clic aquí” o “Más información” carece del contexto necesario para motivar al lector.

Además, debemos alinear la claridad del CTA con el contexto del mensaje. Como afirma Nancy Duarte en Resonate, “la conexión emocional y la claridad son inseparables cuando se busca influir”. Si el texto del correo crea expectativa sobre un recurso exclusivo, el CTA debe reforzar esa narrativa y no distraer con promesas vagas.

 

2. Diseño visual que impulse la interacción

 

El diseño visual es el vehículo que lleva al usuario hacia la acción. Un CTA debe destacarse, pero sin romper la armonía del correo. Aquí es donde debemos considerar principios de diseño como:

  • Contraste: los CTAs deben destacar del resto del diseño del correo. Si el fondo del email es blanco, un botón azul o naranja proporciona el contraste necesario para captar la atención.
  • Tamaño y espaciado: un botón demasiado pequeño puede pasar desapercibido, mientras que uno desproporcionadamente grande puede parecer invasivo. El diseño debe equilibrar la visibilidad con la experiencia del usuario (UX). Según un estudio de Crazy Egg, botones con un tamaño mínimo de 44 píxeles en altura y ancho son ideales para garantizar clics cómodos, especialmente en dispositivos móviles.
  • Textos legibles y directos: el texto dentro del botón debe ser conciso, utilizando verbos de acción como “Descarga”, “Reserva”, “Explora” o “Accede”. Las fuentes deben ser legibles, evitando estilos decorativos que dificulten la comprensión.

 

Utiliza verbos de acción como “Descarga”, “Reserva”, “Explora” o “Accede”

 

3. Psicología del color y su impacto al diseñar CTAs

 

Los colores despiertan emociones y pueden influir directamente en la decisión de hacer clic. Un informe de KISSmetrics señala que los botones de colores cálidos, como el rojo o el naranja, suelen generar más interacciones, ya que están asociados con la urgencia y la acción. Por otro lado, colores fríos como el azul evocan confianza y serenidad, lo que puede ser útil para sectores como servicios financieros o consultoría.

El contexto también es importante. En una campaña de email marketing para un cliente de SaaS, probamos un CTA verde frente a uno rojo. El verde tuvo mejor rendimiento cuando el mensaje era educativo, mientras que el rojo funcionó mejor en correos orientados a promociones limitadas. Este aprendizaje subraya la importancia de alinear el color del CTA con la intención del correo.

 

4. Incorporar la urgencia y la exclusividad

 

Las personas responden a estímulos que les hacen sentir que perderán algo valioso si no actúan de inmediato. La urgencia es una táctica psicológica poderosa que, cuando se utiliza correctamente, puede aumentar significativamente las conversiones. Frases como “Últimos días para registrarte” u “Oferta exclusiva hasta el viernes” inspiran acción inmediata.

En nuestras campañas, hemos implementado CTAs como “Regístrate ahora antes de que se agoten los cupos” en webinars con alta demanda, logrando una mejora en las tasas de clics de hasta un 40%. Sin embargo, esta estrategia debe manejarse con cautela: abusar de la urgencia puede erosionar la confianza si la oferta no es realmente limitada.

 

5. Personalización: el toque humano en el CTA

 

Los correos personalizados tienen más posibilidades de ser relevantes, y herramientas de automatización como HubSpot permiten personalizar el cuerpo del correo y los botones. Incluir elementos como el nombre del destinatario o referencias directas al contexto del lector puede hacer una diferencia grande.

Por ejemplo, en lugar de un CTA genérico como “Descarga la guía”, probamos “Juan, descarga tu guía personalizada aquí”. Este pequeño detalle hizo que los usuarios sintieran que el contenido estaba diseñado especialmente para ellos, incrementando los clics un 22%.

 

6. Pruebas constantes: el camino hacia la optimización

 

Como cualquier aspecto del marketing, diseñar CTAs requiere iteración constante, y las pruebas A/B son una herramienta para perfeccionarlos. Al probar variaciones de texto, color, tamaño y ubicación, podemos identificar qué elementos resuenan más con nuestra audiencia.

En una campaña reciente probamos dos versiones de un CTA: una con el texto “Explora nuestras soluciones” y otra con “Descubre cómo transformar tu negocio”. Aunque ambas eran claras, la segunda versión obtuvo un 18% más de clics, posiblemente debido a su enfoque en el beneficio directo para el lector.

 

 

Errores al diseñar CTAs

Errores al diseñar CTAs

 

Aunque diseñar CTAs es un proceso obligatorio en campañas de email marketing, hacerlo mal puede sabotear incluso las estrategias más elaboradas. Los errores comunes en su diseño suelen surgir de la falta de claridad, desconexión con el contexto del mensaje o descuidos en la experiencia del usuario. Analicemos con mayor profundidad los errores más frecuentes, cómo reconocerlos y, sobre todo, cómo evitarlos.

 

1. Usar demasiados CTAs en un solo email

 

Un error frecuente es incluir múltiples CTAs en un mismo correo, con la idea de maximizar las oportunidades de conversión. Sin embargo, la realidad es que un exceso de opciones puede resultar contraproducente. Según Barry Schwartz, autor de The Paradox of Choice, cuando las personas enfrentan demasiadas opciones, tienden a no elegir ninguna. Este fenómeno, conocido como “parálisis por análisis”, afecta directamente las tasas de conversión.

Un correo típico con varios CTAs, como “Descarga nuestra guía”, “Reserva una demo” y “Lee nuestro último blog”, puede confundir al usuario al no saber cuál acción priorizar. Esto diluye la efectividad del mensaje. En cambio, un correo con un único CTA claro y relevante aumenta las probabilidades de que el lector lo siga.

En una de nuestras campañas para un cliente del sector tecnológico, experimentamos este error al incluir cuatro CTAs diferentes en un email promocional. Las tasas de clics fueron decepcionantes, con un CTR del 1,2%. Tras rediseñar el correo para centrarnos en un solo CTA, “Solicita una demo gratuita ahora”, el CTR se triplicó al 3,6%.

Cómo evitarlo: define un objetivo principal para cada correo y diseña un CTA que lo refleje claramente. Si necesitas incluir más de una acción, jerarquiza visualmente los CTAs, destacando el principal y relegando los secundarios a enlaces menos prominentes.

 

Cuando las personas enfrentan demasiadas opciones, tienden a no elegir ninguna

 

2. Diseñar CTAs sin contexto o alineación

 

Un CTA mal alineado con el contenido del correo confunde y genera desconfianza. Los usuarios necesitan comprender de inmediato por qué deberían hacer clic y cómo ese clic responde a la promesa del email.

Por ejemplo, si un correo promete “estrategias avanzadas para incrementar tus ventas”, pero el CTA dice simplemente “Leer más”, el lector no entenderá cómo esa acción les llevará a las estrategias prometidas. Esto puede ser percibido como una desconexión o incluso como una táctica engañosa.

Cómo evitarlo: antes de definir un CTA, asegúrate de que el contenido del correo respalde la acción que estás solicitando. El CTA debe ser una extensión natural del mensaje principal, conectando la promesa del correo con el beneficio de la acción.

 

3. Ignorar la optimización para dispositivos móviles

 

En un mundo donde más del 60% de los correos se abren en dispositivos móviles (Litmus, 2024), un CTA mal adaptado a pantallas pequeñas es un error garrafal. Botones demasiado pequeños, difíciles de pulsar o mal ubicados generan una mala experiencia de usuario y frustran a los lectores.

En una campaña para un cliente del sector SaaS, detectamos que muchos usuarios móviles no interactuaban con los CTAs. Al analizar el diseño, descubrimos que los botones no eran lo suficientemente grandes ni estaban bien espaciados, dificultando el clic desde un teléfono. Rediseñamos los botones siguiendo las mejores prácticas móviles y el resultado fue un aumento del 40% en interacciones desde dispositivos móviles.

Cómo evitarlo: asegúrate de que tus CTAs sean completamente responsivos. Prueba cada diseño en diferentes dispositivos y asegúrate de que los botones sean visibles, fáciles de pulsar y estén ubicados estratégicamente.

 

4. Falta de pruebas y análisis tras diseñar CTAs

 

Un error fatal es suponer que un CTA funcionará sin basarse en datos o pruebas. La falta de experimentación y análisis deja oportunidades valiosas en la mesa. Sin pruebas A/B, no se pueden identificar factores como el color, el texto o la ubicación que podrían mejorar las conversiones.

En un caso práctico, probamos dos versiones de un CTA para una campaña de generación de leads en el sector financiero. La primera versión decía “Descargar la guía ahora”, mientras que la segunda añadía urgencia: “Descarga la guía hoy mismo y optimiza tus inversiones”. La segunda versión generó un 25% más de clics, demostrando cómo pequeños cambios pueden tener un gran impacto.

Cómo evitarlo: implementa un sistema de pruebas A/B constante para todos tus CTAs. Cambia un elemento a la vez (color, texto, posición) y analiza los resultados para optimizar tus campañas de forma continua.

 

Cómo medir CTAs efectivos

Cómo medir CTAs efectivos

 

El diseño y la implementación de CTAs son solo la mitad de la batalla en una campaña de email marketing. Para asegurar que nuestros esfuerzos den resultados, se precisa medir su efectividad de manera constante. Analizar métricas nos permite identificar qué funciona, qué no y cómo optimizar nuestros CTAs para maximizar las conversiones. Profundicemos en las herramientas, estrategias y mejores prácticas para medir el éxito de nuestros CTAs.

 

1. Tasa de clics (CTR): la métrica principal

 

El CTR es la métrica primaria para evaluar la efectividad de un CTA. Se calcula dividiendo el número de clics en el CTA entre la cantidad total de correos abiertos. Este indicador nos da una visión de cuántos usuarios tomaron acción tras interactuar con nuestro mensaje.

Un buen CTR en campañas B2B generalmente oscila entre el 2% y el 5%, aunque puede variar según la industria y el objetivo del correo. Por ejemplo, en una campaña para un cliente del sector manufacturero, alcanzamos un CTR del 7% al utilizar un CTA específico y atractivo: “Descubre cómo optimizar tu producción en 3 simples pasos”.

Cómo mejorar el CTR:

  • Refinar el diseño del CTA: un diseño visual atractivo con colores contrastantes y texto claro puede captar más atención.
  • Optimizar el texto del CTA: frases orientadas al beneficio directo, como “Aumenta tus ingresos en 10 días”, suelen tener un mejor rendimiento.
  • Probar la ubicación: los CTAs colocados en la parte superior del correo o inmediatamente después de un punto de interés clave tienden a obtener más clics.

Herramientas recomendadas: plataformas como Mailchimp, HubSpot y Campaign Monitor ofrecen reportes detallados de CTR, permitiéndonos analizar qué CTAs generan más clics en tiempo real.

 

2. Tasa de conversión post-clic: medir el impacto real

 

El CTR por sí solo no cuenta toda la historia. Es posible que los usuarios hagan clic en el CTA, pero abandonen el proceso antes de completar la acción deseada. Por eso analizaremos también la tasa de conversión post-clic, que mide la cantidad de clics que se convierten en una acción concreta (registro, compra, descarga, etc.).

Un caso práctico que destaca la importancia de esta métrica ocurrió en una campaña para un cliente del sector SaaS. Aunque logramos un alto CTR (6%), las conversiones eran sorprendentemente bajas. Descubrimos que la página de destino no alineaba su mensaje con el CTA del correo, lo que generaba confusión. Tras ajustar el contenido de la landing page para reforzar la promesa del correo, la tasa de conversión post-clic aumentó un 18%.

Cómo mejorar la conversión post-clic:

  • Alineación entre el correo y la página de destino: el mensaje, diseño y tono del correo deben coincidir con la experiencia en la landing page.
  • Optimización de la experiencia de usuario (UX): asegúrate de que la página de destino sea clara, rápida y fácil de navegar, especialmente en dispositivos móviles.
  • Pruebas A/B en landing pages: experimenta con distintos diseños, textos y llamados a la acción para encontrar la versión más efectiva.

Herramientas recomendadas: Google Analytics es ideal para rastrear el comportamiento post-clic, mientras que plataformas como Unbounce o Instapage permiten realizar pruebas A/B en páginas de destino.

 

3. Tiempo de interacción: medir la atención del usuario

 

Además de medir clics y conversiones, es importante analizar cuánto tiempo pasa un usuario interactuando con el correo y la página de destino. Un tiempo de interacción bajo puede indicar que el contenido no es lo suficientemente atractivo o que el CTA no está claramente definido.

Por ejemplo, en una campaña para un cliente del sector tecnológico, notamos que el tiempo promedio en la página de destino era de menos de 10 segundos, lo cual sugería una desconexión entre las expectativas del usuario y el contenido presentado. Tras mejorar la experiencia de usuario en la landing page y simplificar el proceso de conversión, el tiempo de interacción aumentó a 30 segundos, y las conversiones también mejoraron.

Cómo aumentar el tiempo de interacción:

  • Crear contenido relevante y valioso: asegúrate de que la página de destino ofrezca información útil y de interés para el usuario.
  • Usar un diseño claro y atractivo: evita sobrecargar la página con demasiados elementos o texto.
  • Incluir videos o contenido interactivo: estos elementos suelen captar la atención y aumentar el tiempo que los usuarios pasan en una página.

Herramientas recomendadas: Hotjar y Crazy Egg ofrecen mapas de calor y análisis de comportamiento para entender cómo los usuarios interactúan con las páginas tras hacer clic en un CTA.

 

4. Pruebas A/B: optimización constante

 

Como hemos visto anteriormente, las pruebas A/B se utilizan para evaluar diferentes versiones de un CTA y determinar cuál funciona mejor. Esto incluye probar variaciones de texto, colores, ubicación, tamaño del botón y más.

Cómo realizar pruebas A/B efectivas:

  • Cambia un solo elemento a la vez: esto permite identificar con precisión qué factor mejora el rendimiento.
  • Establece un tamaño de muestra adecuado: asegúrate de que suficientes destinatarios interactúen con cada versión para obtener datos significativos.
  • Analiza los resultados y ajusta: usa los aprendizajes de las pruebas para iterar y mejorar continuamente tus CTAs.

Herramientas recomendadas: las plataformas de email marketing como Mailchimp, ActiveCampaign y Klaviyo tienen funciones integradas para realizar pruebas A/B fácilmente.

 

5. Análisis de clics en el correo: ¿Dónde interactúan los usuarios?

 

Un análisis detallado de los clics en el correo ayuda a entender cómo interactúan los usuarios con diferentes elementos. Si bien el CTA principal debería ser el más clicado, otras áreas, como enlaces secundarios o imágenes, también pueden captar atención.

En una campaña reciente, descubrimos que los usuarios hacían clic en una imagen secundaria en lugar del botón principal del CTA. Esto nos llevó a ajustar el diseño del correo, destacando el CTA principal con mayor visibilidad y relevancia, lo que incrementó el CTR en un 20%.

Cómo interpretar el análisis de clics:

  • Prioriza el CTA principal: asegúrate de que sea el elemento más visible y atractivo en el correo.
  • Alinea enlaces secundarios: estos deben complementar la narrativa del correo, pero no competir con el CTA principal.
  • Usa mapas de calor: los mapas de calor en correos permiten visualizar los puntos de interacción y ajustar el diseño en consecuencia.

Herramientas recomendadas: Litmus y Crazy Egg ofrecen análisis de clics y mapas de calor específicos para campañas de email marketing.

 

Asegúrate de que el contenido del correo respalde la acción que estás solicitando

 

Conclusiones

 

Diseñar CTAs en campañas de email marketing no es un detalle menor; es el momento donde tus esfuerzos pueden transformarse en resultados tangibles. Como hemos visto, un CTA efectivo se trata de una estrategia bien pensada que conecta con las emociones y necesidades del usuario.

A lo largo del artículo, hemos explorado cómo factores como la claridad, el diseño visual y la relevancia del mensaje son fundamentales para captar la atención y guiar a tus suscriptores hacia la acción. Cada ajuste en el texto, cada prueba A/B y cada mejora en la experiencia móvil suma a un objetivo mayor: convertir más clics en interacciones valiosas.

Si algo hemos aprendido trabajando con clientes de diferentes industrias es que los pequeños cambios tienen grandes impactos. No subestimes el poder de una frase precisa, un botón bien ubicado o un diseño responsivo. Como diría el experto en marketing David Ogilvy: “No vendas productos. Vende soluciones”, y tus CTAs deben ser exactamente eso.

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